Neymar era su ídolo. Francés nacido en Londres y formado en las canteras del Arsenal, Chelsea y Manchester City que ha conseguido convertirse en un indiscutible en el Bayern en su primer año en la Bundesliga. Procede de cuatro países, Francia, Argelia, Nigeria e Inglaterra, y su rendimiento como debutante en el Bayern está dejando a
más de uno con la boca abierta. Harry Kane, Jamal Musiala y Michael Olise. Goles y asistencias, tridente bávaro, con Leroy Sané – acaba contrato -, Kingsley Coman y Gnabry, además del veterano Thomas Müller, como segundas opciones.

28 puntos de los últimos 30 en liga. El título parece sentenciado. Sólo la maldición de Harry Kane – no ha conseguido ganar ningún título como profesional – podría arruinar una victoria final casi segura dada la confianza y profundidad de banquillo del Bayern de Kompany. El sistema, 1-4-2-3-1. Olise en una banda, Sané o Gnabry por la otra, Musiala con libertad en el enganche y Harry Kane de nueve.

Su integración, perfecta. Le gusta jugar al ajedrez; lejos de las cartas o los videojuegos, parece que siempre hay un tablero en el que Coman, Kimmich y Olise pasan las horas. Le comparan con Arjen Robben por su diagonal de derecha a izquierda y su tiro con efecto a portería, Olise ha conectado. Nuevo ídolo de la afición, estratega en el
vestuario, aunque Coman es el rey del ajedrez y un indiscutible para Kompany ya que Olise ha llegado con la intensidad de la Premier como punto de partida para construir su jerarquía en el equipo.