Todos a una. El Atleti vuelve a ser un equipo donde el colectivo está por encima de cualquiera de sus individualidades. Esa es la fortaleza de este equipo que llega a los meses decisivos con opciones de ganar los tres títulos. Hacía años que no se veía un equipo tan fuerte mentalmente y con la fuerza física para voltear resultados en el último tercio de los partidos.
Equipo compacto. El 1-4-4-2 ha vuelto a ser el punto de partida. La variante de tres centrales con cinco defensas no deja de ser una evolución ya que la línea de dos delanteros pasa a ser de uno ya que Griezmann se mete en la media por su parte derecha y Giuliano pasa de centrocampista de banda a lateral convirtiendo la línea de cuatro en cinco defensas.
La aportación del banquillo diferencia vencedores y vencidos en los partidos del Atleti. Todos enchufados. Hay todo un segundo equipo por detrás, nadie es indiscutible, ya que las posiciones están dobladas y las piernas no faltan ya que el Atleti está entre los equipos que más corren a alta intensidad de la competición. Además, Oblak está muy protegido ya que es, junto con Courtois, de los que menos paradas ganadoras se ven obligados a hacer. El Atleti funciona. Una vez más, lidera Simeone.