12h29 CET
09/12/2024
Imparable en una baldosa. Su primer trimestre de competición le señala como jugador único. De los pocos que mezclan el pase con la conducción, el pase con la finalización y el egoísmo del goleador con el altruismo del que es capaz de jugar y hacer jugar hasta el punto de ser un habitual del “toma y métela”. Goles y asistencias, desborde por dentro y capacidad para girarse entre líneas cambiando el ritmo del ataque del Leverkusen.
El Manchester City le quiere como sustituto de Kevin De Bruyne. Wirtz ejemplifica el cambio de paso por dentro, la verticalidad del que se cuela por una rendija y no deja de ser un alumno aventajado del método Guardiola por los años bajo la dirección de Xabi Alonso. En el otro lado, el Bayern. Los bávaros siempre han apostado por el talento de sus adversarios como manera de marcar distancias y asegurar ligas. Musiala formando tridente con Sané y Wirtz sería llevar al Bayern el futuro de la selección alemana. La pelea, hasta el final.
Fuera de juego están el Madrid y el Barça. Wirtz podría ser el futuro Modric, pero los mediapuntas señalados son Jude Bellingham, Brahim Díaz y Arda Güler. Además, tras ver muy mermada su defensa, tendrá que invertir en defensores para el próximo curso ya que las lesiones de Alaba, Militao y Carvajal tienen muy mal pronóstico para conseguir volver al nivel de excelencia que mostraron en sus tiempos. El Barça va sobrado, no entran todos. Pedri, Gavi y Dani Olmo, tres números uno para dos o tres posiciones, dejan sin espacio ni opción a Wirtz por más que Flick sea el entrenador.