Creía que la llegada de Hansi Flick le abriría la posibilidad de demostrar su fútbol y lograr hacerse un hueco en el plantel blaugrana, pero no ha sido así, hay muchos buenos jugadores para un once que tiene sus vacas sagradas, vacas que también son adoradas por el nuevo inquilino del banquillo catalán. Pablo Torre medita tomar una decisión para relanzar su carrera, y no descarta abandonar el club aprovechando la ventana de enero.

Sus actuaciones han dejado buenas impresiones en el cuerpo técnico pero la competencia en el centro del campo lastra una carrera que podría desarrollarse de manera sobresaliente fuera de la órbita del Barcelona. Pablo Torre y su entorno ven que competir con Dani Olmo, Fermín, Pedri, Gavi o de Jong, no es factible ya que son muchos los obstáculos que salvar para lograr hacerse con un puesto en el once inicial.

Sabe que necesita minutos, que necesita desarrollarse como futbolista y hacerse un nombre en el panorama futbolístico. Tiene talento y capacidades suficientes para echarse a su espalda un equipo con perfil más bajo. Desde las oficinas del club le buscan una posible salida consensuada con sus representantes, se busca una cesión sin opción de compra para que brille y tenga la posibilidad de seguir vinculado con los blaugranas ante la perspectiva de una futura vuelta. Villarreal o Betis lo quieren de cara a reforzarse en el segundo tramo de temporada. La pelota está en el tejado de su entorno, toca decidir su futuro.