Madrid, 12 abr (EFE).- El Real Madrid, líder de la liga ACB, da comienzo en casa del La Laguna Tenerife, segundo clasificado, una de sus semanas más decisivas de la temporada, en la que puede afianzarse en sus objetivos, o complicárselos, e, incluso, decirles adiós de manera definitiva.

El conjunto blanco es actualmente el primer clasificado tras auparse a lo más alto al encadenar catorce triunfos en la competición, el más reciente en su visita al Barça. De imponerse al cuadro canario la ventaja con respecto a este sería de dos victorias, con solo siete partidos por disputarse de la fase regular, tres de ellos en un Movistar Arena en el que todavía no ha perdido en competición nacional este curso.

De esta manera ganar supone dejar bien encarrilado el objetivo y, además, afrontar con confianza lo que le viene en Europa, algo aún más decisivo a estas alturas de la campaña, pues el martes o el viernes sabrá si disputa los playoffs de la Euroliga o si se queda fuera de la misma.

Séptimo clasificado al final de la fase regular, esa condición le ha relegado al llamado 'play in'. Ahora tendrá que jugar el martes ante su público contra el París Basketball, quien finalizó la temporada regular en octava posición y al que venció por 105-104 hace apenas nueve días.

Si los de Chus Mateo son capaces de ganar ese enfrentamiento, se certificará su continuidad en el torneo y se cruzarán más adelante con el Fenerbahce turco a cinco partidos, con ventaja de campo para estos. En cambio, si perdiesen, se verán obligados a jugárselo todo a una carta por el último puesto, y con el Olympiacos griego como futuro rival, contra el ganador de la eliminatoria que enfrentará al Bayern de Múnich y al Estrella Roja.