Bakú, 15 sep (EFE).- El azerbaiyano Gurbán Gurbánov, técnico del Qarabag, es el entrenador que lleva más tiempo en el puesto de todos los clubes que participan en la Liga de Campeones, ya que asumió el cargo en julio de 2008.

En comparación, el argentino Diego Pablo Simeone dirige desde 2011 al Atlético de Madrid, equipo al que el conjunto azerbaiyano se enfrentó en 2017 también en la máxima competición continental, en la que este martes jugará contra el Benfica, en Lisboa, ocho años después de su debut en el torneo.

Con este antiguo delantero internacional en el banquillo, el equipo azerbaiyano lleva doce años seguidos disputando competiciones europeas y es la segunda vez que jugará la fase de grupos de la 'Champions'. Tras los pasos de Guardiola

Con 34 años, Gurbánov colgó las botas -jugó en la liga rusa, llegó a ser capitán de la selección nacional y su máximo goleador histórico- y al poco tiempo ya estaba entrenando al Neftchi.

Dos temporadas después, cogió el mando del Qarabag, que juega en Bakú, capital azerbaiyana, ya que hasta hace poco su ciudad, Agdam, estaba bajo control armenio.

"Tras recibir el carnet de entrenador, Gurbánov estuvo haciendo prácticas en el Barcelona. Eso dejó una impronta en su estilo en el Qarabag", comentó a EFE Vasif Agamírov, periodista del canal 'CBC Sport'.

No en vano, añade, "al Qarabag muchos le llaman a menudo 'El Barcelona del Cáucaso'". Hegemonía nacional

Se alzó con la Copa de Azerbaiyán en su primera temporada y desde 2013 ha ganado once de las últimas doce ligas, las primeras siete consecutivas.

"Gurbánov es modesto. Intenta no dejarse llevar por las emociones", destaca el periodista, quien subraya que el técnico de 53 años es un gran psicólogo y gestor de grupos, aunque sin renunciar nunca a una férrea disciplina.

De hecho, aunque su hijo Musa, de 21 años, ya es el delantero titular de la selección, no salta en el once inicial cuando el equipo compite en Europa.

Durante las primeras temporadas, en gran medida debido a la escasa financiación, apenas contó con jugadores criados fuera del país caucásico y se vio obligado a desarrollar futbolistas en su cantera.

"En el Qarabag crecen considerablemente durante dos años, se convierten en futbolistas de nivel europeo y, entonces, reciben ofertas de clubes más fuertes y ricos", explica.

Con el paso de los años, el Qarabag logró más ingresos, lo que le permitió fichar futbolistas extranjeros, algunos de ellos de países como España (Dani Quintana), Francia o Portugal. Campanadas europeas

El rival del Athletic Club en esta Liga de Campeones (se medirán el próximo 22 de octubre en San Mamés) no es nuevo en estas lides. Ya jugó la fase de grupos de la Liga de Campeones en la temporada 2017-2018, en la que le arrancó dos empates al Atlético de Madrid que fueron claves para la eliminación del conjunto de Diego Simeone.

El partido disputado en suelo azerbaiyano acabó sin goles (0-0), mientras el encuentro en Madrid se saldó con un sorprendente empate (1-1).

A lo largo de los años, el Qarabag ha eliminado a equipos de la talla del Rosenborg, Twente, Salzburgo, PAOK, Anderlecht, Nantes, Olympiacos, Gante, Goteborg o Braga.

Conocido por no criticar el trabajo de los árbitros incluso cuando le perjudican, la UEFA lo reconoció al concederle en 2022 un premio de 'Juego Limpio'.

En febrero de 2022 demostró que esa bonhomía no es sólo de palabra, ya que cuando el árbitro concedió un gol en un remate con la mano de un delantero del Qarabag ante el Marsella, Gurbánov llamó a la banda al goleador y al capitán y les dijo que le comunicaran al árbitro la infracción, tras lo que este anuló el gol.

"Gurbánov es muy querido y no sólo por sus logros en el Qarabag. Se ha ganado el respeto de la gente por sus cualidades personales", señala Agamírov.

Por todo ello, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, le concedió una orden estatal y, tras el éxito en la Liga de Campeones, ordenó asignar casi tres millones de dólares al club.

Farid Gajramánov