17h18 CET
03/03/2025
El Barça está a falta de un extremo zurdo a pierna cambiada de altísimo nivel para completar el ataque. Ese jugador, Ansu Fati era el predestinado hace un lustro, debe de aportar goles y asistencias, magia y rendimiento para que el equipo de Hansi Flick suba un nivel y pase a ser uno de los grandes favoritos para ganar la Champions. El elegido por el club era Marcus Rashford.
Marcus, finalmente, se decidió por el Aston Villa, aunque su llegada al Barça no era garantía de rendimiento inmediato ya que Rashford tiene dificultades para mantener la concentración en el fútbol. Su vida extradeportiva le ha pasado factura y la caída de rendimiento tiene mucho que ver con su desconexión con el fútbol. Quiere ser rapero, vivir a su aire y evadirse de la exigencia del fútbol.
Señalado como el 10 del United, como número uno del fútbol inglés, aunque ese momento no ha llegado ya que más allá de momentos puntuales con el United no ha terminado de ser el mejor de la Premier ni uno del grupo de números uno donde están Mbappè, Haaland y Vinicius. También Bellingham. No era el adecuado para el Barça; de hecho, el vestuario se revolvió con el interés por el inglés ya que son muchos los que han visto su salario menguado por un Barça con problemas permanentes con el límite económico. No era Rashford.