Seattle (EE.UU.), 17 jun (EFE).- El Seattle Sounders, el próximo rival del Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes, es un equipo con una fuerte identidad ligada a la ciudad, único estadounidense campeón de la Concacaf en los últimos 25 años y que sabe a lo que juega: intensidad, ataque y capacidad de sorprender, como demostró con el Botafogo.

Fundado en 1974, el Sounders es uno de los históricos del fútbol estadounidense. Sin embargo, no formó parte en 1996 de los clubes fundadores de la MLS, liga a la que se finalmente se incorporó en una expansión en 2009.

El debut del Sounders en la MLS llenó el vacío emocional que había dejado en Seattle la traumática marcha, un año antes, de los SuperSonics de la NBA a Oklahoma City. La nueva aventura deportiva absorbió esa pasión huérfana, forjando una de las aficiones más leales y vibrantes del fútbol estadounidense.

Podría decirse que el Seattle es el club con mejor palmarés entre los no fundadores de la MLS. Ha conquistado dos veces la MLS (2016 y 2019), cuatro la US Open Cup (2009, 2010, 2011 y 2014) y, además, logró la Copa de Campeones de la Concacaf en 2022, un hito que solo habían alcanzado antes en Estados Unidos DC United en 1998 y LA Galaxy en el 2000.

Esa conquista continental le valió al Seattle Sounders el billete para el Mundial de Clubes de la FIFA, donde es el único de los 32 equipos participantes que ejerce de local en su propio estadio, el espectacular Lumen Field, compartido con los Seahawks de la NFL.

Un banquillo con ADN Seattle

En su banquillo se sienta Brian Schmetzer, nacido en Seattle, un mito del club para el que jugó en la era previa a la MLS y que entrena desde 2016.

Schmetzer ha apostado durante años por un 4-2-3-1, un sistema que le permite equilibrar presión organizada y posesión a través del doble pivote, aunque últimamente ha mostrado flexibilidad táctica, utilizando el 3-4-3 con jugadores más polivalentes.

Es un equipo físico, que intenta dominar el partido, generar ocasiones, busca espacios con sus mediapuntas y aprovecha la profundidad por las bandas.

Contra el Botafogo, en su debut este pasado domingo en el Mundial de Clubes, dominó la posesión (60 % a 40 %), tuvo más ocasiones (23 a 12), realizó más pases (595 a 412) y cometió menos faltas (6 a 18).

El Seattle Sounders cayó 2-1 frente al vigente campeón de la Copa Libertadores, sobre el papel superior, que se adelantó con una jugada a balón parado y terminó pidiendo la hora, acechado por los locales.

La fuerte identidad futbolística y social del Seattle Sounders lo convierte en uno de los clubes con mayor personalidad de toda la MLS, una liga joven en busca de referentes y autenticidad. Con esa identidad, ha logrado mantener a un mismo bloque de jugadores.

El motor Roldán-Vargas

Los dos volantes de Schmetzer son Cristian Roldán y Obed Vargas.

La veteranía es de Roldán, que fue parte del combinado de Estados Unidos en Catar 2022, mientras que Vargas, con 19 años, es una de las grandes promesas del fútbol norteamericano. Aunque nacido en Alaska, ha debutado ya con la absoluta de México.

Roldán, con toda su carrera como profesional en Seattle, fue el autor del gol que recortó distancias al Botafogo.

El eslovaco Albert Rusnak es el mediapunta creativo del equipo y tiene llegada a portería (máximo goleador en este inicio de temporada MLS con 7 dianas).

El delantero Jordan Morris -como Schmetzer nacido en Seattle y que también ha militado en el Sounders casi toda su carrera- es de sus mayores armas ofensivas, aunque una lesión en la rodilla le tiene de momento apartado del Mundial de Clubes.

El argentino Pedro de la Vega, formado en Lanús, fue el año pasado el fichaje más caro en la historia del Seattle (7,5 millones de dólares); sin embargo, no ha gozado de continuidad a causa de las lesiones musculares.

Como dato curioso, el hermano pequeño de Cristian Roldán, Álex, es el lateral derecho titular de Schmetzer. A diferencia de su hermano mayor, mundialista con Estados Unidos, Álex Roldán -de padre guatemalteco y madre salvadoreña- decidió jugar con El Salvador, haciendo su debut con el combinado centroamericano en la Copa Oro de 2021.

Albert Traver