Redacción deportes, 21 jun (EFE).- El Bayern Múnich se debate entre la satisfacción por el pase a los octavos de final del Mundial de Clubes con su victoria ante Boca Juniors (2-1) y la preocupación por el estado de Jamal Musiala, una de sus grandes figuras, que se tuvo que retirar lesionado.

Musiala reapareció el pasado domingo en el partido contra el Auckland City dos meses y diez días después de una lesión muscular sufrida a los 53 minutos del encuentro de la Bundesliga ante el Augsburgo.

Entró en el minuto 60 del choque en sustitución del inglés Harry Kane y anotó el 7-0 en el 68, el 8-0 en el 73 y el 9-0 en el 85.

El belga Vincent Kompany volvió a dejarle en el banquillo ante Boca y optó por darle de nuevo minutos en el segundo periodo. A los 57 suplió a Serge Gnabry, poco antes de que el uruguayo Miguel Merentiel firmara el empate provisional.

Pero no pudo terminar el encuentro. El joven internacional germano volvió a sentir dolor y tuvo que ser reemplazado por problemas musculares en su pierna izquierda a los 82 minutos por el veterano Thomas Müller con gestos de preocupación y el respaldo del capitán Joshua Kimmich.

"Quiero hablar primero con los médicos. Primero volaremos a Orlando y lo sabremos mañana. Espero que no sea nada grave", declaró tras el encuentro Kompany, cuyo equipo venció con un gol postrero del francés Michael Olise.

Las pertinentes pruebas médicas dictarán, por lo tanto, el alcance del nuevo problema físico de Musiala, ahora mismo la gran preocupación en el gigante bávaro antes de medirse el martes al Benfica en Charlotte para cerrar la fase de grupos.