Rodrygo que tiene ofertas de medio mundo y con mejores condiciones económicas, este verano, decidió quedarse contra viento y marea. Su amor al Madrid y sus esperanzas en que Ancelotti le diera un puesto titular le hicieron quedarse en el club al que tiene gratitud infinita pero es comprensible que quiera minutos. 

Rodrygo se siente fuera del trío BMV, se siente desplazado y no sería de extrañar que el brasileño decida cambiar de aires a final de temporada para terminar liderando un equipo leyenda como el Liverpool o un Manchester City que necesitará ilusionar a la afición si Guardiola se marcha. 

Hay caso Rodrygo para rato…