16h07 CEST
15/05/2025
Las Palmas de Gran Canaria, 15 may (EFE).- El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ha manifestado que asume y respeta todas las críticas de los aficionados tras consumarse el descenso del equipo a Segunda División, aunque ha anunciado que no estará el próximo domingo en el partido ante el Leganés, el último de esta temporada como local, en la penúltima jornada de LaLiga EA Sports.
Tras renovar su cargo hasta 2030 en de una junta general extraordinaria celebrada este mediodía, el dirigente isleño ha atendido a los medios informativos, ante los que ha admitido los "muchos errores" cometidos durante la campaña, al tiempo que ha dado algunas pinceladas de lo que considera que será "un proyecto ilusionante" para el curso venidero, en la categoría de plata.
Ramírez argumenta que una sucesión de "circunstancias incontrolables" ha derivado en la pérdida de la máxima categoría, como las lesiones de jugadores importantes, la recaída de la enfermedad de Kirian Rodríguez o "decisiones arbitrales inéditas en el fútbol" en contra, a su juicio, de la UD Las Palmas.
El máximo dirigente del club isleño entiende y asume las críticas, y prefiere que los aficionados "se desahoguen con el presidente", pero les recuerda que no se va a marchar "al margen de que se me quiera o se manifiesten en mi contra", y que su responsabilidad ahora es devolver al equipo a Primera División, como ha hecho otras veces.
Sin embargo, ha asegurado que "por motivos profesionales" no estará el próximo domingo en el palco del estadio de Gran Canaria en el partido contra el Leganés.
Ramírez ha dejado entrever que quizá no le debió "temblar el pulso" para cambiar de entrenador cuando las cosas no iban bien, pero la apuesta por Diego Martínez la hicieron "convencidos" de que era la correcta "y no ha salido bien", por lo que se arrepiente "del resultado final".
De cara al futuro, y preguntado por nombres propios, ha dicho que más de la mitad de la actual plantilla tiene contrato en vigor y que el club no tendrá problemas para asumir sus salarios en Segunda División.
Ahora bien, reconoce que tendrán que hablar con jugadores como Alberto Moleiro y Mika Mármol, cuyos contratos vencen en 2026, para saber si quieren jugar en Segunda División, mientras que a Javi Muñoz lo da prácticamente por perdido, ya que termina su vinculación el mes próximo.
Con quien sí esperan contar es con Kirian Rodríguez, al que ve "muy ilusionado" para hacer la próxima pretemporada con el equipo, en su renovada lucha contra el cáncer. "Lo esperamos con los brazos abiertos", ha subrayado.
Por otro lado, no ha descartado la posibilidad de que Jonathan Viera regrese al equipo, aunque la "valorará" en su momento.
El mensaje de Ramírez es el de hacer un "proyecto ilusionante" con el objetivo inicial de lograr los puntos necesarios para la permanencia, y después optar a la promoción o el ascenso directo, pero sin llevar a cabo una revolución en la plantilla o en la estructura deportiva, como ocurrió en el anterior descenso en 2018.
Por ello, el nuevo proyecto seguirá liderado por Luis Helguera desde la dirección deportiva, al que ha confirmado, aunque ha anticipado que no tendrá como entrenador a Xavi García Pimienta, al que ha descartado porque tiene "ofertas del extranjero muy suculentas para elegir".
Y para terminar el presente curso, con dos partidos intrascendentes para el equipo amarillo ante Leganés y Espanyol, el dirigente isleño asegura que respetarán el contrato de Diego Martínez, por lo que el técnico gallego terminará la temporada en el banquillo.