23h58 CEST
13/06/2025
Madrid, 13 jun (EFE).- Ibon Navarro, entrenador del Unicaja, considera "posible" pero "poco probable" que su equipo pueda remontar el 2-0 en contra frente al Real Madrid en las semifinales de la Liga Endesa, una serie que el domingo se traslada a Málaga, donde también se disputaría el cuarto partido en caso de ser necesario.
"Posible es; probable, poco. Nosotros no nos agarramos a probabilidades, sí a posibilidades. La montaña es enorme, pero habrá que dar el primer paso. El Real Madrid tiene la calidad que hemos visto para poder ganarnos pero vamos a ver si somos capaces de remontar esto", respondió al ser preguntado en rueda de prensa por el futuro de su equipo en la eliminatoria.
El entrenador vitoriano felicito al Real Madrid por la victoria. "Ha hecho un partido muy bueno, con muchísimo acierto y nosotros hemos estado bastante mejor, la pena han sido los porcentajes de tres y los tiros libres", analizó.
"He visto a mi equipo luchar y pelear en un momento complicado, con casi 18 abajo, y nos hemos vuelto a meter en el partido incluso con bola para empatar, pero luego han metido cinco o seis canastas en el último segundo de nueve o diez metros. Cuando juegas contra el Real Madrid sabes con (Sergio) Llull, el Facu (Campazzo) o Mario (Hezonja) puede pasar esto", dijo.
Admitió irse "fastidiado" por "tantos errores" en canastas de tres -cuyo porcentaje definió como "alarmante"- o en tiros libres o por las pérdidas de sus jugadores, pero orgulloso del equipo "que ha luchado hasta el final y no se ha rendido".
Cuestionado por el arbitraje, que fue muy protestado por los malagueños, Navarro, que fue descalificado por dos técnicas, se contuvo. "Todos cometemos errores, yo creo que el que más, no pasa nada, pero me molesta mucho el diferente rasero cuando hablan de que controlan y entienden las sensaciones de los jugadores y su frustración. Pues el margen con Olek (Balcerowski) es uno y con el resto es otro".
"Me indigna que no se respete a Olek cuando ha ganado tanto y que se le trate como a un mocoso. Es normal que se quejen (los jugadores), es un juego y van a mil, a él se le sanciona un gesto sin aviso y al resto no. No entiendo que se vanaglorian de controlar las emociones y a un niño de 23 años no le pasan ni una, me parece una falta de respeto, así de claro", añadió.