Barcelona, 15 oct (EFE).- El estadounidense Alan Pace, nuevo propietario del Espanyol tras la compra de acciones a Chen Yansheng, ha dibujado durante su primera comparecencia ante los medios las líneas maestras de su mandato, una nueva etapa que plantea deberes más allá del optimismo generado.

Mantener la estabilidad económica

La era Chen Yansheng fue convulsa en el plano deportivo, con dos descensos y dos ascensos al curso siguiente, pero positiva en lo económico. El club está en regla 1:1. Puede gastar tanto como ingrese. Mantener la buena salud económica del entidad catalana es esencial para apuntalar el futuro con garantías.

Aguantar los cimientos de la plantilla

Por primera vez en varias temporadas, y siguiendo en la línea de la estabilidad económica, el Espanyol tiene una plantilla con la gran mayoría de jugadores en propiedad y no cedidos. El club ha aumentado su patrimonio futbolístico con un grupo que, hasta ahora, ha firmado un buen inicio de curso. Toca, de nuevo, protegerlo.

Traducir la mentalidad ganadora en resultados

Alan Pace no marcó tiempos, pero sí habló de la intención de normalizar que el Espanyol esté en puestos europeos. La "mentalidad ganadora" a la que hizo referencia constantemente el nuevo presidente y propietario del club debe traducirse en resultados concretos en el terreno de juego.

Mantener la conexión con la grada

En los últimos capítulos de la era Chen Yansheng, el distanciamiento entre la grada y el palco era obvio. La era Alan Pace ha arrancado con más proximidad, alegría y optimismo. Mimar y blindar estas buenas sensaciones por el cambio de aires es un trabajo diario a base de implicación y, también, resultados.

El crecimiento del club en todas sus facetas

Alan Pace avanzó que buscaba el crecimiento del Espanyol, pero también apuntó que inyectar dinero no era la única vía para hacerlo. El empresario habló de mejorar las infraestructuras, potenciar la cantera y aprovechar el impacto del turismo en la ciudad de Barcelona para ensanchar la dimensión blanquiazul.