La polémica llegó cuando reconoció que durante 3 horas el equipo colchonero tuvo la esperanza de fichar a Leo Messi, sí, a Leo Messi. 

La idea surgió de Miguel Ángel Gil Marín y el mismísimo Simeone. Esta utopía se la hicieron llegar al uruguayo e íntimo amigo Luis Suárez para que éste hiciera de mensajero con Messi. En una misma mañana todo se aclaró sin la menor duda. 

Suárez habló con Messi y le hizo llegar el interés atlético. El crack solo hizo una pregunta: ¿de cuánto dinero disponían para pagarle? El plan del club madrileño era pagarle 20 millones de € netos a lo que Messi dijo sin pensar que no. 

Una vez conocida la cifra económica, Messi se escudó en aquello de que nunca vestiría en España una camiseta que no fuera la del Barcelona. Esto dejó claro que la prioridad nº 1 para la toma de decisiones de Messi es la económica, algo muy lejano de las intenciones de Laporta para que jugara gratis esta temporada como culé. 

Dicho todo esto, el entorno de Messi no termina de entender por qué Simeone ha dicho esto meses después. Este gesto no ha gustado, piensan que se lo tenía que haber callado. Cholo en estado puro…