12h47 CEST
18/09/2025
Madrid, 18 sep (EFE).- En el minuto 91 y 42 segundos, Virgil Van Dijk conectó este miércoles el cabezazo ganador del Liverpool para la derrota del Atlético de Madrid, que, en los 11 minutos y 17 segundos que transcurren del 2-2 de Marcos Llorente al 3-2, sólo vivió en su terreno, sin una sola aparición por el campo contrario con el balón controlado, con nada más que cinco pases conectados y con cinco córner en contra, el último con el gol definitivo.
El desenlace fue el 3-2, tan perseguido con tanta intensidad por el Liverpool desde el mismo momento que sacó del medio campo para reponerse del gol del empate de Marcos Llorente. Era el minuto 80:25 cuando el futbolista madrileño, ya adelantado al medio campo, logró el tanto de volea para refrendar la reacción del equipo rojiblanco, que logró nivelar el 2-0 con el que empezó el partido a los cinco minutos y 34 segundos.
Desde el 2-2, el asedio fue constante para el Atlético, encerrado prácticamente en torno a su área.
En esos citados 11 minutos y 17 segundos que separan del 2-2 al 3-2, el conjunto rojiblanco sufre replegado, presionado y devorado en cada pugna, cada balón dividido, cada despeje y cada rebote por el Liverpool hasta el punto de que el equipo de Diego Simeone no gana apenas ninguna segunda jugada y sólo completa cinco pases, ninguno más allá de su medio campo: el Atlético no va más allá de su terreno con el balón controlado entre ambos goles.
Todo ocurre sobre su área. El Liverpool centra y centra. Y empieza su secuencia de saques de esquina: hasta cinco en los 11 minutos reseñados, todos lanzados por Dominik Szoboszlai en la búsqueda inequívoca de su mejor rematador, Virgil Van Dijk. Hasta el gol.
El primer saque de esquina, en el minuto 85, lo remata Ibrahima Konate, fuera por unos centímetros, al lado derecho del poste de Jan Oblak. Van Dijk cae por los suelos en su pugna con Robin Le Normand, al que había superado. El balón iba hacia él. El segundo, en el 87, lo cabecea ya el central neerlandés, contra la testa del defensa internacional español. Otro córner. El tercero.
Éste, instantes después, lo remata Milos Kerkez, que entra por Andy Robertson en el único cambio que se produce entre el 2-2 y el 3-2 en ambos equipos, entre la mano y el cuerpo, directamente fuera. Llega el minuto 90. Aún Oblak debe anteponerse en un envío de Mohamed Salah a Hugo Ekitiké. El posterior tiro de Szoboszlai choca contra Le Normand.
Ya es el tiempo añadido. Cuatro minutos de prolongación, señala el cuarto árbitro.
En el transcurso del primero, un nuevo saque de esquina del Liverpool: Koke Resurrección lo despeja en plancha ante la llegada, una vez más, de Van Dijk. Es el objetivo de cada saque de esquina local. Es su rematador. En el rechace, Szoboszlai centra al área y Barrios la envía de nuevo córner, presionado por Conor Bradley, a la izquierda de Jan Oblak, a la derecha del ataque local.
El quinto a favor del Liverpool (ninguno del Atlético, también sin ningún remate a portería, ni siquiera un acercamiento al marco defendido por Alisson Becker, en el tiempo que transcurre del 2-2 al 3-2), de nuevo lanzado con el perfecto golpeo de Szoboszlai y culminado, ya sí, con el poderoso y colocado cabezazo de Van Dijk, por encima de Le Normand. Es el minuto 91 y 42 segundos. La apoteosis de Anfield, la frustración del equipo español.
Justo después, el enfrentamiento de Diego Simeone con un aficionado por los insultos recibidos todo el partido, incluido después del 3-2, detiene más de dos minutos el encuentro.
El balón se repone en juego en el minuto 94 y 22 segundos. El duelo concluye en el 96:23. Entre ambos instantes, en dos minutos y un segundo, ya con el 3-2 en contra, el Atlético sí conecta once pases (por los cinco en los 11 minutos anteriores) y juega 25 segundos en campo rival con el balón controlado. Es la acción que concluye con el centro de Marcos Llorente y el cabezazo centrado de Alexander Sorloth a las manos de Alisson Becker. No hay tiempo para más. EFE
Iñaki Dufour