11h17 CET
03/02/2025
Sevilla, 3 feb (EFE).- El empate ante el Athletic Club (2-2) con dos goles en sendos saques de esquina mal defendidos ha dejado un poso de insatisfacción en el Betis después de tres meses sin ganar en el Benito Villamarín, sensación que definió certero el capitán bético, Isco Alarcón, al afirmar que partidos como el disputado ante los bilbaínos "se escapan más de la cuenta".
Los casi cincuenta mil espectadores que se dieron cita en el Villamarín bien pudieron salir con idéntica sensación a la de Bill Murray en la película 'Atrapado en el tiempo', en la que al actor se le repetía un día y otro la escena de la marmota 'Phil' en Punxsutawney (Pensilvania) saliendo a pronosticar el tiempo, como hizo también ayer, casi simultáneamente al quinto partido consecutivo en el que los verdiblancos no ganaban en casa.
Y es que el Betis del chileno Manuel Pellegrini no suma de tres ante su afición desde el pasado 27 de octubre ante el Atlético de Madrid (1-0) en uno de sus mejores partidos de la temporada, aunque tras ganar a los de Diego Pablo Simeone, los verdiblancos llevan cinco choques seguidos sin ganar, con cuatro empates y una derrota.
Celta (2-2), Barcelona (2-2), Rayo Vallecano (1-1), Alavés (1-3) y Athlétic de Bilbao (2-2) han sido las últimas comparecencias de los de Pellegrini en el Villamarín y el exiguo balance casero ha lastrado las aspiraciones europeas del equipo bético, noveno clasificado con 29 puntos, a tres de la sexta posición del Rayo Vallecano.
Cuando no es por una cosa es por otra, unas veces por falta de acierto y, cuando éste aparece, por desaciertos defensivos como los que costaron los dos goles en la noche del domingo, dos córners que propiciaron las igualadas de Aitor Paredes y Oihan Sancent a los tantos de Isco Alarcón y el francés Romain Perraud con los que los de Pellegrini se adelantaron dos veces en el marcador.
La sensación de no dar el salto a puestos europeos con tres puntos era generalizada en el vestuario verdiblanco y Pellegrini no quiso poner excusas ni entrar en la actuación arbitral en jugadas concretas al manifestar el de Santiago que no cree "que en los dos córners haya tenido incidencia".
En la misma línea, Isco fue el más expresivo al evidenciar la sensación que había en el vestuario bético y, como capitán, dejó los paños calientes en la caseta al afirmar que se iban dolidos y con "la sensación de haber perdido dos puntos", lo que calificó como la "tónica habitual de este año", lo que "viene pasando toda la temporada".
La misma sensación la compartió el debutante Antony Matheus, autor del disparo que originó el primer gol bético y que, pese a su destacado debut tras llegar cedido del Manchester United inglés, coincidió con Isco en la necesidad de estar concentrados, metidos en el partido, para evitar despistes defensivos que tan caro cuestan.
La semana en la que el Betis visitará al Celta en Balaídos el próximo sábado ha empezado para los verdiblancos con un día de descanso que será también el del fin del mercado de invierno y de reflexión sobre los desajustes que tan caros les están costado pese al lugar común de los méritos no satisfechos: "los puntos hay que sumarlos, no merecerlos", abrochó Manuel Pellegrini su diagnóstico.