Llega el día grande de la UFC. Volkanovski tiene que confirmarse como leyenda, aunque un hambriento Topuria no deja de avivar las ascuas y asegura que ganará por KO antes del primer asalto. El australiano llega con dudas, aunque intente disiparlas, tras su derrota ante Islam Makhachev, contra él que llegaba con grandes problemas en la preparación mental. 

“Estuve bebiendo todos los días entre 3 o 4 semanas”, declaraba en una entrevista el luchador del peso pluma. Los problemas mentales y la ansiedad por situaciones personales que no ha querido comentar, lastraron su preparación en una situación que es anormal para él. “Se me conoce por estar preparado siempre, pero no fui capaz”, comenta para explicar su mal desempeño. 

Para su próxima pelea contra Topuria, esto puede haber cambiado. El australiano asegura llegar mucho mejor, y más le vale sabiendo del hambre que tiene el español. Con el aspirante echando leña constantemente al fuego, Volkanovski cree que lo único que tiene que hacer es “salir al octágono y enseñarle una lección de humildad a un chico muy confiado”. 

Nadie sabe si lo conseguirá, pero lo seguro es cuando podrá demostrarlo. El próximo domingo 18 de febrero se acaban las fábulas, y el público consolidará su leyenda, o se deberá a un nuevo campeón.