Moscú, 17 jul (EFE).- El seleccionador ruso Valeri Karpin, exjugador del Spartak, Celta, Real Sociedad y Valencia, abre el viernes la liga de fútbol con su estreno como entrenador del Dinamo Moscú.

La división de honor del fútbol ruso arranca con el partido que enfrenta en el estadio Lev Yashin al Dinamo y al Báltika del enclave de Kaliningrado.

Seleccionador y entrenador de club

Karpin, de 56 años, compaginó durante tres temporadas el cargo de seleccionador y el de técnico del Rostov (2022-25) ante la ausencia de partidos internacionales oficiales debido a la guerra en Ucrania.

Cuando dejó el cargo en el Rostov a principios de año, pareció que deseaba centrarse exclusivamente en el equipo nacional, pero pocos meses después aceptó la oferta del Dinamo.

El objetivo del equipo moscovita es ganar la liga -no lo ha logrado en los últimos 50 años-, aunque para ello necesitará importantes refuerzos, especialmente tras la grave lesión sufrida por su principal estrella, el delantero Konstantín Tiukavin.

El Dinamo es el quinto equipo en la carrera del entrenador de origen estonio tras Mallorca, Rostov, Spartak y Torpedo de Armavir.

Krasnodar versus Zenit

Con todo, toda la atención estará desde la primera jornada en el flamante campeón de liga, el Krasnodar, y en el todopoderoso Zenit, que había ganado los seis títulos anteriores de manera consecutiva.

Los Toros, como es conocido el club del sur de Rusia, se han reforzado con los brasileños Douglas Augusto, Jubal Rocha y Gustavo Martins, y siguen pescando en el mercado francés, según la prensa.

No es para menos, ya que el Zenit ha fichado por 25 millones de euros a la estrella del Flamengo, Gerson, que brilló en el Mundial de Clubes ante el Bayern.

Además, el club de la antigua capital imperial baraja varias adquisiciones más, después de que el Atlético de Madrid le birlara en el último momento al argentino Thiago Almada, perla del Botafogo por el que estaba dispuesto a pagar 35 millones.

El club patrocinado por Gazprom tiene que retomar el vuelo, al igual que el equipo del pueblo, el Spartak Moscú, que mantuvo en el puesto al serbio Dejan Stankovic, pese al pésimo final de temporada.

El Spartak, que ha ganado una liga en el último cuarto de siglo, fichó al veterano delantero Antón Zabolotni, que deberá hacerle la competencia al argentino Pablo Solari, delantero procedente del River Plate.

Dos españoles en la división de honor rusa

El Rostov, equipo de la mitad de la tabla en las últimas temporadas, mantuvo en el puesto al español Jonathan Alba, que ejerció de segundo de Karpin.

Mientras, Robert Moreno logró finalmente ascender con el Sochi después de una temporada en las galeras del fútbol ruso, aunque el ascenso se consumó en los despachos, ya que el equipo fue apeado en la eliminatoria de ascenso.

Y es que el final de la temporada anterior y el comienzo de ésta han estado marcados por la controversia tanto en la división de oro como en la de plata del fútbol ruso.

Los problemas financieros que han tenido algunos equipos -Khimki y Chernomorets- y la exclusión del Torpedo por intentos de amañar partidos les han dejado fuera de la máxima categoría del fútbol ruso.

El fútbol ruso sigue siendo rehén de la guerra lanzada por Rusia en Ucrania en febrero de 2022, de cuyo final depende su retorno a las competiciones internacionales tras tres años y medio de sanción.